En marcha la Comisión Ejecutiva del IV Centenario del Quijote de Avellaneda

Primera reunión del comité que elaborará la programación de actos con los que se conmemorará en 2014 cuatrocientos años de su publicación.

Con la reunión celebrada el pasado fin de semana por la Comisión Ejecutiva del IV Centenario del Quijote de Avellaneda en la Casa de Medrano de Argamasilla de Alba, se han dado los primeros pasos hacia la programación definitiva de los diferentes actos que con motivo de dicho centenario, celebrará la localidad.

En este primer encuentro, consistente en una toma de contacto, se pusieron sobre la mesa algunas ideas, proyectos y sugerencias pendientes de su estudio y valoración antes de comenzar su desarrollo de cara al 2014.

Esta primera reunión contó con la presencia, por parte de la Asociación de Cervantistas, de Santiago López Navia, José Carlos de Torres y Alicia Villar Lecumberri; por la Universidad de Castilla-La Mancha, Felipe Pedraza y Rafael González Cañal; por los Académicos de la Argamasilla, su presidenta, Pilar Serrano; en representación de las asociaciones locales, María del Carmen Serrano; además del alcalde, Pedro Ángel Jiménez; el concejal de Cultura, José Díaz-Pintado; y el director del Centro Cultural “Casa de Medrano”, Pedro Padilla.

Ya el pasado 28 de febrero, el Pleno Municipal dio el visto bueno a la creación de las comisiones Ejecutivas y de Honor, que han de poner los cimientos sobre los que Argamasilla de Alba celebrará un año muy importante para la defensa de su tradición cervantina y quijotesca. Pues el  Quijote de Avellaneda, publicado tan sólo nueve años después de la primera parte del Quijote de Cervantes, está dedicado “Al alcalde y Regidores de la noble villa del Argamasilla de la Mancha, patria feliz del hidalgo caballero Don Quijote de la Mancha”, dando a conocer así “el lugar de la Mancha”;  también deja muy claro que la Argamasilla a la que se refería era “la que estaba cercana al Toboso”; afirmaciones que Cervantes no corrigió en la segunda parte de su Don Quijote, como hizo con otras o con alguno de los viajes, como el de Zaragoza, ciudad a la que finalmente no entró para dirigirse a Barcelona, tras descubrir que se había impreso una segunda parte de don Quijote de la Mancha.

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